El Dragon 32 fue un ordenador doméstico lanzado en 1982 por la empresa británica Dragon Data Ltd. Fue diseñado como una alternativa asequible a otros sistemas populares de la época, como el Sinclair ZX Spectrum y el Commodore 64.

Estaba equipado con un teclado QWERTY completo y un microprocesador Motorola MC6809E de 0,89 MHz. Contaba con 32 KB de memoria RAM y utilizaba una interfaz de video RGB para conectarse a un televisor o monitor.

El sistema operativo del Dragon 32 era el "Disk Extended Color Basic" (DEC-BASIC), que ofrecía una serie de comandos y funciones para programar y ejecutar software. Además, al igual que otros ordenadores de la época, tenía la capacidad de cargar y guardar programas en cassettes de audio mediante una grabadora de casetes estándar.

En términos de software, el Dragon 32 contaba con una amplia gama de juegos y aplicaciones disponibles. Algunos títulos notables incluían juegos de aventuras textuales, juegos de arcade y programas educativos. Además, se podía acceder a un catálogo de software a través de cassettes y discos disponibles comercialmente.

El Dragon 32 recibió una recepción aceptable por parte del público y la crítica. Aunque era un sistema competente y asequible, se enfrentaba a una dura competencia en el mercado de ordenadores domésticos de la época. El ZX Spectrum y el Commodore 64 eran sistemas más populares y tenían una base de usuarios más grande, lo que dificultaba que el Dragon 32 ganara una cuota significativa de mercado.

A pesar de su recepción relativamente limitada, el Dragon 32 dejó un legado importante en la industria de la informática doméstica. En el Reino Unido, en particular, tuvo una base de seguidores leales y contribuyó al florecimiento de la escena del desarrollo de software casero. Muchos programadores aficionados crearon sus propios juegos y aplicaciones para el Dragon 32, lo que ayudó a enriquecer la biblioteca de software disponible para el sistema.

El Dragon 32 también se destacó por su capacidad de expansión. Tenía puertos de expansión que permitían conectar periféricos como impresoras, módems y unidades de disco. Esto permitía a los usuarios ampliar las capacidades de su sistema y aprovecharlo para usos más avanzados, como la programación y la creación de contenido.

A pesar de su eventual discontinuación en 1984, el Dragon 32 dejó un legado en la historia de los ordenadores domésticos de la década de 1980. Se le recuerda como un sistema asequible y versátil que permitió a muchos aficionados a la informática experimentar con la programación y el desarrollo de software. Además, su comunidad de usuarios y desarrolladores contribuyó a la diversidad y la creatividad en el ámbito de la informática doméstica.